Una noche,en el balcón de mi casa,
donde colgaban hiedras a mi alrededor,
observaba las relucientes luces
y olía el fresco olor a naranjo y mar de Valencia.
Pero,a decir verdad,no me animaba demasiado.
Porque empezé a recordar a alguien,
a alguien que nunca podré olvidar...
y ese alguien eres tú.
Recordé que lloraba y sangraba hasta el corazón
cuando era el día en que te marchabas a Madrid.
Pero enseguida me confesaste:''Tranquila,mi amor,
volveré contigo,cueste lo que cueste''.
Después de recordar eso,
me fuí a la playa enseguida.
La playa estaba casi oscura y fría,
pero no me importaba nada.
Me tumbé en la arena,
toda cansada y sin fuerzas.
Y,de repente,vi una brillante estrella fugaz
y,llena de esperanza,deseé tu regreso.
Y,entonces,me dí cuenta de algo:
si fuese una diosa inmortal,
cogería las estrellas,formaría tu nombre
y la guardaría siempre en mi corazón.
Y así,te recordaré siempre,
aunque ahora no estés a mi lado.
