En Kazan (Rusia), Fagilyu Mukhametzyanov fue declarada oficialmente fallecida por un médico forense después de sufrir un ataque cardíaco en su casa. Pero, en realidad, murió cuando estaba es su propio funeral.
Esta rusa se despertó y empezó a gritar cuando se dio cuenta que su familia estaba rezando por su alma y estaba dentro de un ataúd y en su entierro.
El viudo ha explicado que “Sus ojos se abrieron en el funeral e inmediatamente la llevamos al hospital, donde vivió 12 minutos y falleció de nuevo, y esta vez para siempre”. La familia está indignada y pide explicaciones ya que se podría haber salvado la vida de esta mujer.
Actualmente, se está investigando el caso para saber exactamente qué ha ocurrido.
