aclarar que quizá la calidad fotográfica no es la de otras ocasiones,
pero es que yendo de camino, ahí por Las Rozas de Madrid, mientras comíamos, mi costillo me encargó que le cuidara la cámara de fotos mientras él compraba el avituallamiento para la noche, y mira por donde, me dejé la cámara con su superteleobjetivo y su maletita recién comprada (así como unos 1000 euracos en total) olvidada en el suelo debajo de la mesa (la culpa es de él por supuesto, por ponerla en ese lugar, a ver a quién no se le olvidaría 
) el caso es que cuando llegamos a las Médulas en León, me dice mi marido, ¿dónde has puesto la cámara? 
y yo: ¿qué cámara? 
ahí que le veo que empieza a congestionarse y a ponerse de todos los colores, y yo, mirando alrededor por si había algún barranco cerca no fuera a ser que... en fin, toda una odisea, menos mal que tengo un santo por maridín, y no pasó de la descomposición facial porque llega a ser otro y ahora no estoy aquí contándolo, Así que tuvimos que hacer las fotos con la cámara de mi hija, que fíjate tú, a las 6 fotos se le acabó la batería, y mi marido: "Anda, ponla a cargar" y mi hija: "Uy,
pues creo que va a ser que no, me he dejado en casa el cable para cargar la batería" Pobre hombre, si en el fondo me dio penica él, si de ésta no le ha dado un infarto, ya nada puede con él, Nos tuvo dos días por todos los pueblos buscando cables para cámara Samsung, hasta que después de pensarlo mucho, y ante la tragedia de no poder fotografíar sus Catedrales, compró otra cámara, y es con ella con la que hemos podido perpetuar todos los mejores momentos de este ajetreado viaje... eso sí, a la vuelta, y después de una semana, Diosito nos tenía que recompensar por tantas penurias sufridas, y volvimos al lugar del olvido camaril, donde la encargada tenía custodiada nuestra supercámara...en ese instante, un hombre volvió a la vida, en fin, después del rollazo, me voy a otro post a poner la foto que si no va a ser un post inmenso, que os voy a contar alguna anécdota aún,
Mejor vuelvo después que ahora me voy a hacer la comida,
un golpe fuertísimo y sordo proveniente de una de las ventanas de la planta de arriba...yo con los ojos como platos, le digo a mi hijo, "¿has oido eso?" y todos petrificados "Sí, lo he escuchado" me dice...mi marido y mi hija, reaccionan con la risa nerviosa, y mi hijo y yo, acoj***aos... 
y salimos de allí...
(toi maravillá con las nuevas tarjetas de un montón de Gb para las cámaras 
)
; ...y en la del poltergeist yo veo dos caras con sombrero...
,yo esperaba fotografiarlo después de comer y se puso a llover torrencialmente, así que sólo tengo las del puente, xD.
)
